Por: Maik Santana
Radamel Falcao García dejó el fútbol profesional colombiano tras un inicio de año bastante complejo. El sueño de ver al tigre alzando un título con Millonarios finalizó.
Como la contratación número uno en la historia de nuestro fútbol nacional fue catalogada la llegada de Radamel en el mes de julio de 2024. Procedente de España, el tigre cumplió un sueño.
La historia de un niño que soñó desde sus inicios disputar un encuentro con la casaca azul de millonarios, se hizo realidad. En medio de todo el foco mediático que implicó la contratación de un futbolista de esta magnitud, de la parálisis en cada medio de comunicación y el anhelo de miles de hinchas de todo el país por verlo en sus estadios, él, por su parte, se dedicó a agradecer, y en muchas oportunidades a llorar por el amor que sentía por ese escudo. Él, nos demostró que, a pesar de ser una estrella mundial, de ser uno de los mejores jugadores en la historia de Colombia, sigue siendo un ser humano, sigue siendo un soñador, y que el fútbol, es un amor sin fronteras.
La carrera profesional de Falcao es un ejemplo único de resiliencia y superación, pues la hemos visto protagonizada en reiteradas oportunidades por lesiones constantes y la no continuidad en torneos de peso, situaciones que en cualquier otro futbolista hubieran llevado al retiro, pero a él no. Los Colombianos nos caracterizamos por una combinación de virtudes que nos hacen más fuertes frente a las adversidades; en conclusión, nos definimos como unos berracos. Y Radamel fue un ejemplo internacional de ello durante años.
Tenerlo aquí durante esos 6 meses fue un verdadero privilegio. Verle, jugar, liderar y soñar como cualquier otro hincha de millonarios fue un placer absoluto. Gracias, Radamel por tu entrega, por tu amor y talento. Este capítulo en la historia de nuestro fútbol está enmarcado en oro puro. Deseamos lo mejor en tu carrera profesional y tu vida personal, cuál sea tu decisión, ya eres una leyenda del fútbol Colombiano admirado en todo el mundo.