¿Justos finalistas?

Deportes Tolima y Atletico Nacional disputarán la “estrella de navidad”, luego de un campeonato plagado de irregularidades desde la planeación de calendario, controversias arbitrales, disputas jurídicas y morales desde los escritorios de la DIMAYOR. Para quien escribe, resulta muy llamativo que este semestre fuera tan controvertido en materia extrafutbolistica teniendo a figuras como David Ospina y Radame Falcao García en los dos equipos más grandes de este país, pero ese triste episodio de nuestro balompié ya queda en el pasado, y solo queda disfrutar de una de las finales más parejas de los últimos años en nuestro FPC.

De la mano de David González, el Deportes Tolima venció los “fantasmas” que lo alejaron de finales en las últimas temporadas, y cumplió con la asignatura pendiente de “pegar” en el momento justo al vencer a su rival directo por la final. El estratega país consolidó un equipo colectivo y solidario, el cual lleva 24 goles en jugadas fabricadas de los 32 anotados hasta la fecha, lo que demuestra la buena elaboración del equipo de Ibagué en futbol. Pero no todo es color de rosa, el tolima carece de un portero de jerarquía que no solo gane partidos, sino también títulos, estadísticamente los números de William Cuesta pueden ser buenos, pero hace falta algo más que “buenos números” para ser campeón en el FPC, y la clasificación del Tolima se puso en riesgo luego de su desastroso partido en Barranquilla. A pesar de todo, el conjunto del González es justo finalista, ya que en todo el cuadrangular hizo respetar su estadio, y esto resulto ser un factor diferencial en el grupo B.

Atlético Nacional hizo su deber y dejo en el camino a Millonarios, a pesar de no haberle ganado ningún partido en el cuadrangular A, el equipo de Efraín Juárez aprovecho su superioridad sobre Independiente Santa Fe y Deportivo Pasto, y esto le valió para meterse en una nueva final. Destaco rotundamente la gestión de Sebastián Arango Botero y Gustavo Fermani, quienes sacaron al estratega anterior en el momento oportuno y trajeron a un desconocido Efraín Juárez, que en menos de 4 meses se ganó el corazón de la hinchada a punta de trabajo. Lo del mexicano es sencillamente fantástico, cambio la mentalidad de un vestuario contaminado, y armo un equipo competitivo para llegar a dos finales en su corto tiempo en Colombia, eso sin mencionar los hechos extrafutbolisticos que ha tenido el equipo a lo largo del semestre, pero el trabajo no es solo mérito de Juárez, también se debe destacar todo el trabajo de todo su cuerpo técnico, ya que la preparación física del plantel es muy buena, han aprovechado al máximo todo lo que ofrece la institución para que los jugadores saquen su máximo rendimiento, y evitando incluso lesiones que puedan perjudicar al equipo. Nacional es justo finalista por su resiliencia, unión de equipo y jerarquía a lo largo del cuadrangular.

Escrito por: Hildebrando Gil (@Hildealaire)